Padre. (a mi).

Busco las respuestas a un pasado,

que se proyectan en los interrogantes,

de este mismo presente;

¿Qué te ha sucedido, padre?

No necesito tu respuesta, verbal.

Me basta con interrogarte, y

movilizar en lo más profundo

de tu esencia, tu auto contestación.

Conspiran mi mente y alma, contra

el letargo de tus ideales, sórdidos y

mohínos, en la apariencia de tu figura…

…mortal y de vida que se extingue.

Eres juez y verdugo de tus actos…

El silbador de melodías no claudica,

y su eco, aun resuena en el espacio

de nuestra distancia inexistente.

Desde mi lugar, el de hijo, te

invito a ser partícipe del tiempo…

…tiempo que nos ha tocado vivir.

El mundo es nuestro escenario, y

vos, viejo, estás en él.

Ocultaré un “te quiero”, hasta

la víspera de tu muerte, pero

no podré contenerlo el día después,

día de muerte, con lágrimas

en los ojos y mano en el corazón.

1985 I guess!